martes, 17 de mayo de 2011

MANIFIESTO ECONOMISTAS ATERRADOS

En septiembre de 2010, se publicó en la AFEP (Association Francaise D´Economie politique), el “Manifiesto de economistas aterrados” que está siendo apoyado por multitud de economistas y otros profesionales (profesores universitarios y de otros ámbitos).

El Manifiesto consiste en la denuncia de 10 falsas evidencias, cuyos efectos pueden ser devastadores. En el propio manifiesto se proponen posibles alternativas para su solución y debate social.

Señalan sus autores en el preámbulo, que “la actual crisis es mucho más que una crisis económica. Es también una crisis social que se destaca sobre el fondo de las crisis ecológica y geopolítica, y que sin duda, viene a confirmar una ruptura histórica. Se persigue con el Manifiesto que la ciencia económica clarifique la pluralidad de la opciones posibles, proponiendo un gran debate, de forma que sea la ciudadanía directamente afectada la que decida. En definitiva, que no sean los políticos y los grupos de poder acompañados de sus “voceros” mediáticos, los que impongan las, aparentemente, únicas soluciones.

La economía desde hace algunos años se ha olvidado de su finalidad fundamental (la satisfacción de las necesidades humanas). Las políticas económicas actuales se formulan con total sumisión a las exigencias de los mercados financieros. Nos encontramos inmersos en el llamado “capitalismo financiero”

Los economistas debemos asumir nuestras responsabilidades frente a la sociedad, tratando de explicar a los ciudadanos que está ocurriendo, cuáles son sus posibles consecuencias y qué futuro se nos puede plantear. Todo ello, contra aquellos “pretendidamente expertos” que sólo actúan para justificar “las soluciones inevitables”, que ni son inevitables y, lo que es peor, puede que tampoco sean soluciones, sino todo lo contrario.

La opinión y la participación social deben redirigir a los políticos hacia las necesidades reales de las personas a las que representan.

El manifiesto contiene 10 falsas evidencias, proponiendo a debate posibles soluciones a cada una de ellas. Aunque recomiendo su lectura en un pequeño libro que se ha publicado en español, también se puede acceder directamente al mismo en las siguientes direcciones:

http://www.assoeconomiepolitique.org/?article140&lang=fr

http://economistes-aterres.blogspot.com/2010/09/manifeste-des-economistes-aterres.html

A modo de resumen, se exponen los siguientes hechos:

Desde hace treinta años, con la plena libertad de circulación de capitales, se ha construido un mercado financiero mundial, como único mecanismo eficiente de asignación del capital. Se pensaba, que de esta forma, se alcanzaría una situación más estable que en el pasado.

Pues bien, los precios alcanzados en ese mercado han sido completamente desestabilizadores, excesivos e irracionales, como demuestran las burbujas financieras que, una tras otra, han tenido lugar.

Las alzas de los precios atraen a nuevos compradores, incrementando aún más los precios. La promesa de mayores bonus futuros para los gestores ha reforzado los empujes alcistas, hasta que cualquier incidente imprevisible ha provocado “el reventón” de las sucesivas burbujas que hemos padecido. Algunos ya han realizado sus plusvalías, a costa de los que sufren las pérdidas y de la sociedad en general que ha de soportar los desequilibrios y problemas económicos desencadenados.

El mercado, por tanto, no ha sido eficiente en su objetivo fundamental: la fijación de los precios.

Otro importante problema es que frente al “problema del agente” -no coincidencia de los objetivos de los administradores con la propiedad-, se trató de conseguir que fuesen convergentes fijando a los gestores unas exigencias crecientes de rentabilidades sobre la inversión.

El contrapeso, como presión, para la consecución de los objetivos por los agentes o gestores, es que los capitales no satisfechos, en cualquier momento, pueden marcharse a otra parte (deslocalización). La situación resultante es evidente: la soberanía política y los asalariados se encuentran en franca situación de debilidad.

Por otro lado, la exigencia de mayores (crecientes) beneficios inhibe a la inversión: cada vez resultará más difícil encontrar proyectos competitivos para satisfacerla. Como consecuencia, se impone una presión constante a la baja de los salarios y del poder adquisitivo, lo que contrae a la demanda. Este frenazo a la inversión y al consumo puede conducir a un paro endémico.

Por tanto, se puede inferir que el funcionamiento actual de los mercados financieros, no favorece el crecimiento económico.

La anterior situación, se ha contrarrestado a través del endeudamiento de los particulares y por las burbujas financieras que han creado el espejismo de una riqueza ficticia, al permitir un crecimiento del consumo sin salarios que, inevitablemente, ha de reventar previamente al ineludible ajuste.

En otro punto de manifiesto, se reflexiona respecto al modo de valoración de un titulo financiero: la estimación del flujo futuro de rendimientos que va a generar. Este método precisa de una evaluación financiera que, desafortunadamente, no es neutral: afecta al objeto medido, compromete y construye el futuro que imagina.

Las Agencias de Calificación contribuyen, en gran medida, a determinar los tipos de interés en los mercados de renta fija, por lo que si rebajan su calificación desencadenan subidas del tipo de interés exigido para adquirir los títulos de Deuda Pública del Estado al que se le ha bajado la nota, aumentando o propiciando el riesgo de quiebra que habían anunciado: “sus expectativas dan lugar a la materialización del hecho”.

La explosión reciente de la Deuda Pública en Europa y en el mundo, se debe a los planes de salvamento de las instituciones europeas y, sobre todo, a la Gran Recesión provocada por la crisis bancaria y financiera que comenzó en 2008.

Sin embargo, desde los años noventa ha sido, comparativamente, mucho más importante la caída de los ingresos públicos como consecuencia de la debilidad del crecimiento en ese periodo y, sobre todo, de la contrarrevolución fiscal que la mayor parte de los Gobiernos han emprendido desde hace veinticinco años.

Los Estados europeos no sólo no han armonizado su fiscalidad, sino que se han entregado a la competencia fiscal, bajando los impuestos sobre sociedades, sobre las rentas elevadas y sobre el patrimonio.

Proporcionalmente, esa es la causa más fuerte del crecimiento de la Deuda Pública, y no el crecimiento del gasto.

En otra falsa evidencia, se reflexiona sobre el crecimiento de los gastos públicos: la tasa de crecimiento del PIB no es independiente de los mismos: a corto plazo, los gastos públicos amortiguan la amplitud de las recesiones (estabilizadores automáticos); y a largo plazo, las inversiones y gastos públicos (educación, sanidad, investigación, infraestructuras,..) estimulan el crecimiento.

Si la reducción de los déficits compromete o recorta a la actividad económica, la deuda pública crecerá aún más en el futuro.

Los partidarios de duros ajustes estructurales europeos, olvidan que sus principales clientes son los demás países europeos, por lo que la reducción masiva de los gastos públicos en el conjunto de la Unión Europea, podría agravar la recesión, y motivar un nuevo incremento de la Deuda Pública.

Igualmente, se analiza la creencia de que bajar los impuestos estimula el crecimiento. Quizá sea cierto si se reducen a los que viven de un salario, pero no si se bajan a las clases más adineradas. En este caso, no van a incrementar su consumo, sino su ahorro. Afirman, que ello ha dado lugar a la siguiente injusticia:

La competencia por bajar los impuestos a los más ricos, motiva que su ahorro incrementado se dirija a la compra de los títulos de Deuda Pública que ha crecido por la disminución de los ingresos públicos. Con lo que se ha creado un mecanismo de redistribución inverso: de las clases populares hacia las clases acomodadas, a través de la deuda pública, cuyos intereses se remuneran mediante impuestos obtenidos de todos los contribuyentes.

También se apunta a la prohibición, vigente desde Maastricht, respecto a la suscripción directa por el BCE de emisiones de Deuda Pública de los Estados miembros, que han de recurrir a los mercados financieros. Es cierto, que a consecuencia de la Gran Recesión, los Bancos Centrales (entre ellos el BCE) han adquirido obligaciones a los Estados a un tipo de interés de mercado. Sin embargo, los países del sur (los periféricos, entre ellos España) han sido víctimas de ataques especulativos.

Si la crisis de la deuda se agrava, esos países pueden llegar a una situación insostenible a consecuencia del incremento en los tipos de interés que les exige el mercado, lo que unido a la caída del producto y renta que los planes de ajuste le imponen, dará lugar, de nuevo, a mayores subidas en las primas de riesgo exigidas. Se trata de un círculo vicioso.

Se critica en el manifiesto el enorme deterioro del modelo social de la Unión Europea, fruto del compromiso social posterior a la segunda guerra mundial (protección social y servicios públicos). Frente a la mundialización, Europa no ha asumido especificidad.

Afirman, que la organización de la política económica (independencia del Banco Central Europeo y el Pacto de Estabilidad) está marcada por la desconfianza hacia los Gobiernos democráticamente elegidos, que ven cortada su autonomía en estos ámbitos.

En contraste, no se ha puesto en marcha política alguna en materia de crecimiento o de empleo. No se tienen en cuenta las asimetrías en la situación de cada uno de los países. En definitiva, los objetivos de finanzas públicas establecidos, no tienen en cuenta las situaciones económicas nacionales individuales.

Concluyen que la Europa social se ha quedado en papel mojado: sólo la Europa de la competencia y de las finanzas se ha consolidado realmente.

Por último, se cuestiona el modelo de construcción de la eurozona. La imposición de políticas macroeconómicas semejantes a economías con situación distinta, ha provocado disparidades en el crecimiento. La rigidez monetaria, reforzada por el euro, ha permitido que todo el peso de los ajustes recaiga sobre el trabajo, promoviendo la flexibilidad y austeridad salarial, que se refleja en la pérdida de participación de las rentas del trabajo en la distribución del producto o renta nacional.

Alemania ha sabido liberarse de importantes excedentes comerciales en detrimento de sus vecinos y, sobre todo de sus propios trabajadores, al imponer un descenso del coste del trabajo y de las prestaciones sociales. Ha agrandado sus ventajas comerciales frente al resto de socios en la Unión Europea que, al partir de niveles salariales menos elevados, no han podido tratar a sus trabajadores con tanta dureza.

Previamente a la crisis, las finanzas públicas europeas estaban en mejor situación: el déficit público del conjunto de la eurozona era del 0,6% del PIB en 2007, frente a cerca del 3% en Estados Unidos o Japón. Sin embargo, la zona del euro sufría importantes desequilibrios: los países del norte (Alemania, Austria, Holanda, países escandinavos) limitaban sus salarios y demandas internas, mientras que los periféricos (España, Grecia, Irlanda) experimentaban un crecimiento vigoroso motivado por las débiles tasas de interés y acumulando, al mismo tiempo, grandes déficits exteriores.

La crisis financiera iniciada en Estados Unidos dio lugar, en ese país, a una auténtica política de relanzamiento presupuestario y monetario, al tiempo que iniciaba un movimiento de regulación financiera. En Europa, por el contrario, no se ha sabido impulsar una política coordinada de recuperación, lo que ha supuesto una pérdida del producto relativamente más fuerte en Unión Europea.

En contraste, la Comisión europea exige a los Estados miembros su compromiso de que, con independencia de su real situación económica, sitúen sus déficits públicos por debajo del listón del 3%. A la vez, las diversas instancias europeas continúan reclamando mayores restricciones en los salarios, y modificaciones en los sistemas públicos de jubilación y sanidad, con el evidente riesgo de hundir al continente en la depresión, y aumentar las tensiones entre los países.

La usencia de una efectiva coordinación europea, y de un auténtico presupuesto europeo que contemple la solidaridad que inspiró en sus inicios a las entonces Comunidades, están incitando a los operadores financieros a volverle la espalda al euro, e incluso a especular abiertamente contra él.

lunes, 9 de mayo de 2011

SITUACIÓN ECONÓMICA A MAYO DE 2011: la gravedad del desempleo.

Estados Unidos, la economía más grande del mundo, también está con “el agua al cuello”. Ya van dos ocasiones, en las que el FMI le ha pedido que reduzca su déficit, que mantenga su deuda pública, y que luche para evitar el desorden existente en los mercados financieros mundiales. La deuda de los países desarrollados está en el nivel más elevado de toda su historia: el endeudamiento público en los países ricos superará el 100% del PIB de este año por primera vez desde la II Guerra Mundial.
Los mercados, ese ente abstracto pero que tiene nombre y apellidos, en base a una “supuesta eficiencia”, han amedrantado a algunos países europeos. Sin embargo, por ahora, no disparan contra los principales culpables de la gravedad de la situación que sufrimos...entre ellos Estados Unidos y Japón.
Indigna contemplar que a los responsables de la crisis financiera, no sólo no se les ha exigido responsabilidades, sino que proseguimos con los mismos hábitos y hechos que desencadenaron la crisis que la inmensa mayoría de la sociedad está soportando.
ECONOMÍA GLOBAL:
La deuda pública federal estadounidense superará el 110% del PIB; pero los problemas no son exclusivos de ese país, la deuda japonesa alcanzará el 250%, y en Europa rebasará el 100% en Italia, Irlanda, Grecia y Portugal. Según el FMI, aunque “los déficits públicos están mejorando en 2011 (con la excepción de EE UU y Japón) no cabe descartar los riesgos de nuevas perturbaciones del sistema financiero, subidas de los intereses de la deuda o incumplimientos en los planes de ajuste".
Las economía desarrolladas están aquejadas de ese fuerte endeudamiento como consecuencia de los planes de estímulo fiscal que evitaron que cayéramos en una Gran Depresión como la del 29; y también como consecuencia de las inmensas ayudas que se han dado a la banca: solo en 2010 se inyectaron 820.000 millones de euros en los bancos, con Irlanda (casi el 30% del PIB) a la cabeza seguida de Alemania (10,7%), Reino Unido y Holanda (6%), Grecia (5%), Bélgica (4%), Estados Unidos (3,4%) y España (2%).
Ahora bien, el informe del FMI nada dice, por cierto, de detener esas ayudas, lo que fuertemente contrasta con las políticas de austeridad y ajuste que se nos imponen. Los bancos son diferentes, tanto si están en Londres, Nueva York, o en Pernambuco…
ESTADOS UNIDOS:
Es la primera vez en 97 años de historia de la Reserva Federal estadounidense, que el organismo que preside Bernanke ha dado una rueda de prensa para explicar sus decisiones: el objetivo es conseguir una mayor transparencia.
Bernanke se mostró pesimista respecto a la evolución del PIB, pero señaló que tenía una mejor expectativa respecto al desempleo, ya que estima que la tasa de paro se situará entre el 8,4% y el 8,7% en 2011. La previsión anterior oscilaba entre el 8,8% y un 9%.
Sin embargo respecto al PIB rebajó sus previsiones para este año: la economía crecerá entre un 3,1% y un 3,3%, frente al 3,9% que estimaba en enero.
Todo ello, ha llevado a dejar los tipos de interés oficiales entre el 0% y el 0,25% (nivel que mantiene desde el año 2008). Afirmó que los tipos seguirán excepcionalmente bajos durante "un periodo prolongado". "Probablemente serán necesarias un par de reuniones de la Fed antes de que haya acción", dando así una señal de que el plan de recompra de bonos (emitiendo dinero a cambio) continuará hasta finales de junio.
“La economía crece con moderación y confía en una mejora gradual del empleo, mientras que la inflación seguirá estable". Indicó Bernanke que la inflación sigue relativamente baja si se excluyen del índice los elementos más volátiles: “el incremento en el precio de la energía y de otras materias primas empujaron al alza la inflación en los últimos meses", admitió, pero se confía en que los efectos de este repunte sean "transitorios".
En contraste con el Banco Central Europeo, a Bernanke le preocupa más el paro. La coyuntura actual, admitió, sigue incierta. A los problemas derivados de la crisis de la deuda soberana en Europa, la tensión en el Magreb y la espiral en el precio del petróleo, hay que añadir la amenaza de de la agencia Standard & Poor´s de rebajar la calificación a Estados Unidos (actualmente la máxima AAA) respecto a su Deuda Pública.
El desempleo persistentemente alto (40 millones de parados) dependientes de las ayudas públicas para poder comprar alimentos; la vivienda que continua deprimida; y la caída de los salarios, están pesando más que el ligero repunte habido en los precios. En definitiva, esta posición amplifica las diferencias de la política monetaria entre el BCE y la Fed, lo que en gran parte, está llevando a una mayor apreciación de euro (depreciación del dólar).
Señaló Bernanke que “la mejor manera de mantener un dólar fuerte, es teniendo unos fundamentos económicos sólidos, incluida una tasa de inflación estable y una recuperación económica sólida”. El tipo de cambio ha llegado a alcanzar los 1,48 dólares por euro.
Por otro lado, el economista jefe del FMI, Olivier Blanchard, señaló en el informe de Perspectivas Económicas Mundiales de la institución, que se mantienen muchos riesgos potenciales que podrían causar graves daños: la crisis fiscal europea ya los ha provocado, pero en su opinión el mayor riesgo procede de Estados Unidos. La economía norteamericana tiene "una necesidad particularmente urgente" de atajar sus problemas fiscales "para disipar el riesgo de fuertes fluctuaciones en el mercado de bonos.
En concreto, puede causar "abruptos incrementos en los tipos de interés" en la deuda pública y "desestabilizar los mercados de deuda globales". Por ello el FMI ha exigido a Estados Unidos que adopte urgentemente una serie de medidas: una "reforma de la tributación" (eufemismo que esconde en realidad una subida de impuestos) y una reforma de la Seguridad Social (importantes recortes).
En la crisis de deuda europea, dos países se han beneficiado de los problemas de los periféricos: Alemania y Estados Unidos, cuyos bonos han pagado tipos de interés muy bajos por la fuerte demanda habida entre los inversores a los bonos de esos dos países que disfrutan, por el momento, de un menor riesgo.
Para el FMI los peligros que acechan a la recuperación son:
La divergencia existente: la economía global crecerá en torno al 4,5% este año y el siguiente, pero a ritmos de velocidad muy diferentes. Las economías desarrolladas crecerán un 2,5%, frente al 6,5% de los emergentes. En las economías más desarrolladas los miedos se concentran en el mantenimiento de un bajo crecimiento, combinado con el hecho de que los bancos sigan si recuperarse (consiguientemente se mantenga en el mismo nivel el anémico crédito). En las economías en desarrollo, por el contrario, el peligro es el recalentamiento y la formación de burbujas, junto a la inflación por los elevados niveles en el precio de petróleo y de las materias primas.
La inflación: el FMI ha cuestionado la última subida de tipos del Banco Central Europeo (BCE), ya que ha señalado que “la inflación va a mantenerse baja e incluso a caer en los países desarrollados". La inflación apenas se va a notar porque el peso del petróleo en esas economías ha caído, hay exceso de capacidad y la indexación salarial es menor que en otras épocas. En los emergentes la historia es diferente: la menor credibilidad de los bancos centrales y el mayor peso de los alimentos y las materias primas en la cesta de la compra hace a esos países más vulnerables. Aun así, según Blanchard, "la inflación no va a descarrilar la recuperación".
Finalmente, una importante circunstancia: a pesar de las medidas extraordinarias, la “barra libre de liquidez” y todas las inmensas ayudas públicas, "la banca sigue sin estar fuerte y en esas condiciones la solidez del sistema monetario, pese a que ha mejorado, sigue frágil".
CHINA:
El índice de precios al consumo creció un 5,4% en marzo en tasa interanual, acelerado por la subida del precio -11,7%- en los alimentos y la efervescencia inmobiliaria. Es el aumento de inflación más elevado desde julio de 2008. Durante el mes de febrero los precios ya habían subido un 4,9%. Una cifra superior al objetivo del 4% de las autoridades chinas para finales de este año.
Respecto al PIB, según la Oficina de Estadísticas del país, creció un 9,7% en el primer trimestre de este año. Durante todo el año 2010, el PIB aumentó un 10,3%. El objetivo para ese año era el 8%.
Una vez más, la prioridad es la lucha contra la inflación, por el temor a nuevas protestas sociales (uno de los desencadenantes de las movilizaciones a favor de la democracia en la Plaza de Tiananmen en 1989 que acabó con miles de muertos por la intervención de ejercito). En una economía dónde los salarios son tan bajos es un asunto peligroso, ya que las familias han de dedicar más de la mitad de sus ingresos a la compra de los alimentos básicos.
El primer ministro de China, Wen Jiabao, ha solicitado mayores esfuerzos para controlar la inflación manteniendo a la fuerte actividad económica: "tenemos que gestionar con habilidad la relación entre el impulso del crecimiento económico y el freno a la inflación".
Por otro lado, el fuerte superávit comercial ha dado lugar a que las reservas de divisas de China hayan superado, por primera vez, los tres billones de dólares. A finales de marzo, alcanzaron 3,04 billones, un 24,4% más que un año antes y casi el triple que los 1,1 billones de dólares de Japón, el segundo país con más moneda extranjera del mundo. El significado de ese fuerte incremento es que China es, en estos momentos, el principal prestamista de aquellos países que, por el contrario, han gastado más de lo que pueden.
UNIÓN EUROPEA:
El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, dejó entrever que no habrá otra subida de los tipos de interés en junio. Tras elevar el precio del dinero en la eurozona en un cuarto de punto hasta el 1,25% en abril (la primera subida en casi dos años) la autoridad monetaria de la región del euro descartó, de momento, nuevas subidas en los tipos de interés oficiales (al menos hasta junio).
La mayoría de analistas opina que los tipos seguirán en el 1,25% en junio. Como respuesta, el euro sufrió una pequeña depreciación bajando por debajo de 1,47 dólares por euro.
En palabras de Trichet, “se van a seguir observando muy de cerca las presiones inflacionistas en la eurozona”, añadiendo que el BCE tomará "en su momento" las medidas que consideren necesarias para estabilizar la inflación.
Preguntado Trichet si la delicada situación de los denominados periféricos había influido en la decisión de mantener los tipos, aseguró que no se había considerado: "la responsabilidad de la institución es para el conjunto de la zona euro", añadiendo que “la recuperación en el conjunto de la eurozona está en marcha”.
Por otro lado, las pruebas de resistencia de los bancos europeos de este año tienen un fuerte componente español, ya que se someterán a las mismas más entidades españolas que de los tres mayores países de la zona euro juntos (Alemania, Francia e Italia).
Del total de las entidades a realizar dichas pruebas de esfuerzo (90 bancos) 24 serán bancos y cajas españoles. De esta forma, nuestro país, es nuevamente el único que va a examinar a todo su sector financiero.
Francia y el Reino Unido examinarán a solo cuatro entidades, mientras que Italia hará las pruebas a cinco bancos, y Alemania, a 13 entidades.
Durante el año 2010, se aplicaron criterios más laxos (la credibilidad de las pruebas quedó en entredicho, ya que los bancos irlandeses las aprobaron y posteriormente se comprobó su nula validez ya que las dificultades bancarias provocaron el rescate del Estado irlandés).
Se endurecen las nuevas pruebas de resistencia: la definición de capital (core Tier 1) que se usará en las pruebas de resistencia es bastante similar a la que ha usado el Banco de España para medir el capital principal. La nueva legislación española exige un capital principal del 8% (que sube al 10% en las cajas no cotizadas sin inversores privados y dependencia de la financiación mayorista), pero ese nivel se exige en condiciones normales. Según esos criterios, las necesidades de recapitalización del sistema financiero español eran de unos 15.000 millones de euros.
La nueva definición de solvencia pone en apuros a algunas entidades regionales alemanas que tienen las llamadas "participaciones silenciosas" de carácter público, ya que esas participaciones no computarán como capital. La debilidad del sistema financiero alemán se puede poner de relieve en una serie de bancos: el Nord LB (Norddeutsche Landesbank), o a Helaba (Hessen-Thüringen), que a diferencia de West LB, HSH Nordbank o LBBW no recibieron inyección de capital público.
Por lo que respecta a Portugal, su rescate ascenderá a 78.000 millones de euros. La vivienda, el mercado de trabajo, los transportes públicos, la justicia, van a verse afectadas.
El endeudamiento es muy fuerte en la economía lusa: más de 2,4 millones de portugueses deben unos 120.000 millones de euros en créditos hipotecarios, como consecuencia del modelo seguido durante los últimos años (casa nueva, coche nuevo, crédito barato,…).
La morosidad se ha disparado, y los bancos reciben todos los días viviendas que no pueden pagarse. Estimaciones señalan que hay un millón de pisos cerrados en Portugal (edificios prácticamente deshabitados que configuran un desolador paisaje de urbanizaciones fantasma).
El problema se repite: una familia de clase baja compró una vivienda al límite de sus posibilidades. Ahora, por el paro o el divorcio y con el crédito más caro, no puede pagar y el acreedor (el banco) se queda con el piso.
Los futuros prestamistas de Portugal exigen una reforma laboral, flexibilizando el despido individual, los horarios de trabajo, y situando la edad de jubilación a los 68 años, por lo que las mejoras sociales vigentes desde la revolución de los claveles, es muy probable que se vayan a pique.
Los transportes públicos constituyen un agujero negro. La deuda de las empresas del sector asciende a 12.000 millones de euros. Una deuda transferida por los sucesivos Gobiernos hacia las empresas de transportes de gestión pública que, según sus responsables, tienen unos costes de explotación superiores a los ingresos tarifarios. Según los responsables del sector, se trata de una deuda impagable.
En relación a Grecia, continúan las malas noticias económicas: los mercados temen por el impago de su deuda (superará el 160% del PIB en el año 2012), y Eurostat (la Oficina Estadística Europea) ha señalado que el déficit público griego en 2010 fue el 10,5% de su PIB (la previsión era de un 9,4%).
La situación es tal, que el diferencial de la deuda griega a 10 años en relación con el bono alemán se ha elevado a un récord de, nada menos que, 1.205 puntos básicos.
Por otro lado, la economía del Reino Unido creció un famélico 0,5% en el primer trimestre de este año (en el trimestre anterior cayó medio punto). La mayoría de analistas han valorado como una señal de estancamiento económico.
Las cifras conocidas son muy negativas para el sector de la construcción, que se ha contraído un 4,7%, equivalente a una caída de tres décimas del PIB. El sector energético ha caído un 3,5% debido a la contracción de la demanda tras el súbito empuje provocado por la ola de frío polar del anterior trimestre.
Algunos analistas están señalando que la economía británica está inmersa en un problema de estanflación (inflación sin crecimiento económico).
No obstante, el conservador David Cameron, se congratuló en la Cámara de los Comunes del retorno al crecimiento, calificándolo de "un éxito". Los analistas habían advertido que un crecimiento inferior al 1% sería decepcionante.
ESPAÑA:
Según la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al primer trimestre del año, en España la Gran Recesión está siendo más intensa que en otros países.
La variante española de la Gran Recesión es una crisis más prolongada, que devora empleo y suma, según la citada EPA, casi los 5 millones de parados.
La gravedad es que esto ocurre cuando ya se han destruido 2,4 millones de puestos de trabajo, y con una tasa de paro del 21,3%.
En el primer trimestre de 2011, más de 42.000 personas dejaron de buscar trabajo (efecto desánimo o desaliento de los parados). Solo en lo peor de la Gran Recesión, en 2009, disminuyó más la población activa (suma de los parados y ocupados). Estas personas que pasan a ser inactivos (abandonan el proceso de búsqueda de empleo) ponen en evidencia que existe una importantísima ausencia de expectativas de encontrar un empleo. En caso de que hubiera de nuevo mejores expectativas, estos inactivos que han abandonado el proceso de búsqueda de empleo (no se consideran parados) pasarían a buscar trabajo y se computarían, por tanto, como activos al ser considerados nuevamente parados.
Sin embargo, el Paro Registrado (los que acuden a inscribirse como desempleados demandantes de empleo a las Oficinas Públicas de Empleo) ha registrado durante el pasado mes de abril, 64.309 parados menos. Se trata de la caída más intensa del desempleo, contabilizada en este mes, desde el año 2006. Estos datos han supuesto cierto alivio frente a los de la EPA anteriormente señalados. No obstante, se consideran más significativos los datos de la EPA.
El dato del Paro Registrado en abril presenta un serio problema: una caída de la contratación tanto temporal como indefinida. La fórmula fija retrocede tanto en el mes (13,4%) como en el año (6,5%), a pesar de que la reforma laboral destinada a impulsarla lleva en vigor desde el pasado junio.
Por otro lado, la mejora de la afiliación supera la reducción del paro registrado. Sin embargo, sigue disminuyendo el número de beneficiarios de las prestaciones por desempleo (retrocede casi un 10% interanual).
Muy relacionado con el gravísimo problema del paro en España, hay que señalar que el FMI ha señalado que estima un crecimiento para nuestro país por debajo del 2% al menos hasta el año 2017. Según el Informe de Primavera de esa institución, “a España le va a llevar muchos años conseguir que las cosas se enderecen”, Respecto al Déficit Público español señala el FMI que será del 5% en 2013.
Otro grave problema para nuestro país es, según un Informe de la OMC (Organización Mundial del Comercio) que nuestra economía ha perdido peso en el comercio mundial. Lo curioso es que siendo el aumento de las exportaciones españolas el elemento que ha posibilitado la salida de la Recesión española, el volumen de las exportaciones españolas haya perdido peso en el total del comercio mundial. Las razones se deben, sin duda, al mayor protagonismo o peso de los países emergentes en el total de las transacciones internacionales. Según el balance definitivo de la Organización Mundial del Comercio (OMC), la cuota española en las exportaciones de mercancías bajó en 2010 al 1,6% del valor total.
Hasta ahora, España había sido uno de los países europeos que mejor había resistido la irrupción de las economías emergentes (con China y Corea del Sur a la cabeza) en el comercio internacional, hasta el punto de mantener una cuota de exportaciones que oscilaba entre el 1,8% y el 2% en las dos últimas décadas. Solo Alemania había conseguido preservar su posición en los intercambios exteriores.
Pero el año pasado, la apreciación del euro y la ágil recuperación de los emergentes pasó factura a ambos lados. El peso de España en las exportaciones mundiales cayó hasta niveles inéditos desde 1990, lo que también le llevó a perder dos puestos (frente a Arabia Saudí y Taiwán) en el ranking de exportadores de la OMC, donde ahora ocupa el decimoctavo lugar. Y Alemania tuvo que ceder la segunda posición ante Estados Unidos, que aprovechó la depreciación del dólar para ampliar mercados.
En relación a los Presupuestos, las cifras presupuestarias hasta marzo revelan que el déficit de la Administración central se detuvo en 6.900 millones de euros, un 20% menos que en el primer trimestre de 2010. Un recorte que se explica porque los ingresos cayeron (16%) menos que los gastos (24%). En un sitio y el otro pesa el cambio del sistema de financiación autonómica. Porque, si se toman en conjunto todos los ingresos (sin descontar la parte cedida a las comunidades, que crece por el nuevo sistema de financiación), la recaudación mejora un 2,7% respecto al primer trimestre de 2010, al superar los 41.850 millones.
Con el nuevo modelo, al Gobierno le queda un “menor trozo del pastel” porque ha aumentado hasta el 50% la cesión a las comunidades de los grandes impuestos. Eso se compensa con una menor transferencia de recursos. En el menor gasto influye además que el Gobierno ha empezado a descontar el primer pago de lo que estas administraciones le adeudan por haber recibido dinero de más en 2009.
En el capítulo de ingresos, el IRPF ha aumentado moderadamente (un 2,4%) por las mayores retenciones a las rentas de los trabajadores. En este ejercicio 2011 opera ya la nueva escala, que eleva el gravamen para los contribuyentes que declaren más de 120.000 euros.
Los datos de la Seguridad Social abonarían la idea de una leve mejora laboral. Según el Ministerio de Trabajo, el balance del primer trimestre subió un 2,4% respecto a 2010, para dejar el superávit en 6.089 millones. Es el primer avance desde septiembre de 2008. Pero se debe más al descenso de las cotizaciones de desempleados que abona el sistema (en muchos casos porque agotan el derecho a prestación) que al leve aumento de las contribuciones.
Al continuar estancado el impuesto sobre la renta (IRPF), es el IVA el que ha tirado de la recaudación, con un aumento del 8%.
MERCADOS:
Las principales bolsas en Europa y EEUU han celebrado sesiones con una fuerte sensación de incertidumbre y pesimismo. Esto es lo que explica que el Ibex 35 se haya clasificado como el indicador con peor comportamiento de la eurozona.
La buena noticia para el selectivo español ha sido que consiguiera mantener el nivel psicológico por encima de los 10.000 puntos.
Por otro lado, respecto al Euribor, ha subido como consecuencia de la subida de tipos de interés por el Banco Central Europeo. El Euribor fija el coste de la gran mayoría de los préstamos a tipo variable para la compra de vivienda que existen en España. Pues bien, cerró el pasado mes de abril con su mayor subida anual desde finales de 2007, ante la previsión de que el instituto emisor del euro vuelva a elevar el precio del dinero de aquí a final de año.
El Euribor ha cerrado el mes pasado algo por encima del 2,09%, lo que supone un avance de 0,87 puntos para los hipotecados que tengan que revisar las condiciones de su préstamo a partir de este dato.
Aunque el impacto en las hipotecas de la subida del euríbor depende de múltiples factores, para un préstamo tipo de 150.000 euros a 25 años, contratado con un diferencial de 0,5 puntos sobre el euríbor, el aumento de la cuota a pagar será de unos 756 euros al año (63 euros al mes).
Por lo que respecta a las ventas de automóviles siguen en caída libre. Las matriculaciones alcanzaron 71.808 unidades en el pasado mes de abril, lo que supone un descenso del 23,3% respecto al mismo mes de 2010.
La caída de abril es la décima consecutiva desde el pasado julio, mes en el que se dejaron de aplicar las ayudas directas de 2.000 euros por vehículo. La cifra de ventas de abril se sitúa un poco por encima del nivel de ese mismo mes de 1993, cuando se comercializaron 68.635 unidades. En los cuatro primeros meses del año, las ventas de turismos y todoterrenos sumaron 279.960 unidades, con una reducción del 26,3% sobre igual periodo de 2010.
Por canales, las ventas a empresas repuntan un 8,6% en los cuatro primeros meses del año, con 88.230 unidades, mientras que las compras por parte de rent a car suben un 13%, con 68.230 unidades, gracias al impulso generado por las vacaciones de Semana Santa.
En cambio, las ventas a particulares siguen ofreciendo una debilidad crónica y bajan un 48,2% hasta abril, con 123.098 unidades. Si sumamos las ventas a empresas alquiladoras y no alquiladoras hasta abril ya representan el 56% del mercado. En los años de bonanza este porcentaje de las empresas no superaba el 15% y el 85% restante eran las compras que hacían los particulares.
EMPRESAS:
“Es difícil entender por la opinión pública como tan pocos pueden reclamar tanto. El importe de algunos bonus es cuestionable, y no sólo desde un punto de vista moral”. La cita corresponde a siete Ministros de Economía europeos (entre ellos Elena Salgado). La razón se encuentra en el hecho de que la retribución de los consejos de administración de la empresas cotizadas ha caído por las menores indemnizaciones, pero los bonus han subido durante el año pasado incrementando los sueldos de la alta dirección de las empresas.