La Unión Europea y
China han vivido un enfrentamiento comercial que ha creado cierta alarma en el
ámbito de los exportadores europeos. Resulta que Europa ha establecido Aranceles
a las importaciones de placas solares chinas, por lo que han surgido temores a
que las represalias de China denunciando a las posibles ayudas públicas a la exportación
de vino europeo, tan sólo sea solo una primera medida que derive en una guerra comercial
entre ambas regiones.
GLOBAL:
El fracaso de los planes de rescate, han llevado a la Comisión de la
Unión Europea y al FMI a culparse
mutuamente de ello. Los integrantes de la llamada “troika” (Comisión Europea,
FMI y BCE) se han lanzado una serie de descalificaciones y críticas que vislumbran
un final poco tranquilo, al organismo creado en el año 2010 con la finalidad de
imponer reformas y recortes a las economías con déficits presupuestarios.
Las autoridades de Bruselas han llegado a acusar al Fondo Monetario
Internacional de “lavarse las manos”. Mientras que el FMI, ha contestado que
rescates como el de Grecia (el FMI aportó el 30% de la ayuda) no funcionan por
el rechazo de la UE a articular quitas de deuda.
Ahora, Bruselas reclama autonomía para ejecutar proyectos al margen del
FMI y la mayoría de analistas dan por hecho la ruptura entre el Fondo y Europa.
Por otro lado, el Banco de Pagos Internacionales (órgano de
coordinación los bancos centrales) ha señalado que “está quedando cada vez más
claro que los bancos centrales no pueden hacer todo lo que haga falta para
devolver las aún débiles economías a un crecimiento fuerte y sostenible”.
Está tomando forma, la
idea de que los bancos centrales más importantes, que han inyectado ingentes
cantidades de dinero desde el comienzo de la crisis financiera (créditos
baratos con bajos tipos de interés o mediante la compra de deuda) no pueden hacer más sin agravar los riesgos
que ya han creado.
De la misma forma, el
FMI, aunque ha defendido la política monetaria expansiva, ha comenzado a
señalar los peligros que se pueden haber gestado: posibles burbujas en algunos
activos, y la posibilidad de sacudidas cuando estos estímulos desaparezcan.
Por su parte, la
Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), ha advertido de que sus compras de
deuda se irían moderando hasta acabar en 2014.
Según muchas analistas,
si bien se ha conseguido detener la crisis, evitando una mayor catástrofe, lo
cierto, “es que la política monetaria no ha cumplido las expectativas, ya que
la fluidez del dinero no se ha traducido en más créditos a empresas o familias”.
Además, como no existen
experiencias de políticas de esta magnitud, ocasiona miedos la “operación
salida”. Según el BIS, “las herramientas para gestionar las estrategias de
salida ya existen y se han puesto parcialmente a prueba, pero los bancos
centrales tienen muy presente que la dimensión y el alcance del inevitable
repliegue futuro no tienen precedentes. Esto magnifica las incertidumbres que
comporta la salida y el riesgo de que esta no esté exenta de contratiempos”.
La realidad, es que los
bancos no se han saneado del todo, por lo que la incertidumbre sobre la calidad
de los activos sigue siendo un importante motivo de preocupación en Europa,
cuyas entidades van en general por detrás de los estadounidenses en el proceso
de amortización de los préstamos fallidos.
Tanto España como
Italia sobresalen por el crecimiento de la morosidad en sus préstamos
concedidos, lo que ha dado lugar a un aumento importante en sus provisiones
para reflejar el deterioro de valor de los activos bancarios.
El temor a la retirada
de las espectaculares medidas de liquidez, se trasladó a las Bolsas y al
mercado de Bonos de todo el mundo. Todo ello, agravado por la ausencia de
avances en el proceso de unión bancaria en la eurozona, y la persistencia de
las dudas relativas al futuro de Grecia en la región.
ESTADOS UNIDOS:
Ben Bernanke considera
que lo adecuado es mantener los tipos de interés en el 0% y seguir comprando
deuda a un ritmo de 85.000 millones de dólares (65.000 millones de euros) al
mes. Sin embargo, ha señalado que el plan de estímulos irá reduciéndose
conforme la economía vaya mejorando.
El responsable de la
Fed señaló, que “esperará un tiempo antes de proceder a subir los tipos de
interés”. Afirmando que “los riesgos para la economía y el empleo disminuyeron
desde el pasado otoño. No obstante, a pesar de la mejoría, la política actual
es la apropiada.”
La realidad es que el
paro sigue siendo elevado en la economía estadounidense, y se prevé que el PIB
crezca este 2013 alrededor del 2,3%, por lo que se estima que la tasa de paro
se sitúe en el 7,25%.
CHINA:
La situación de China (principal
potencia comercial y segunda economía con mayor dimensión del mundo) ha
socavado algunas ventajas competitivas que se suponían estrechamente vinculadas
a las economías avanzadas. A pesar de su pertenencia a la Organización Mundial
de Comercio (OMC), no todas las prácticas comerciales de las empresas chinas se
ajustan a las reglas de la Institución: la falta de transparencia y el respeto
a los contratos por parte de las empresas chinas.
Por otro lado, la fuerte
caída de la demanda interna de buena parte de las economías avanzadas, ha obligado
a las empresas a proyectar su actividad hacia los mercados internacionales y a
las autoridades económicas a instrumentar políticas monetarias expansivas que,
entre otras consecuencias, favorecen la depreciación del tipo de cambio y con
ella la competitividad de sus exportaciones. En ocasiones son políticas poco
respetuosas con el juego limpio.
A los riesgos de “guerra de divisas” como las que surgieron
en los primeros años de la Gran Depresión, se unen subidas de aranceles o
restricciones de todo tipo a las importaciones. El resultado es un clima que
deprime el crecimiento del comercio internacional, condición para la extensión
de las oportunidades de crecimiento económico entre un número mayor de países.
Las últimas tensiones
en China y la UE, encareciendo algunas importaciones como las de tubos de acero
inoxidable procedentes de Europa o restringiendo las compras de vino europeo,
son los casos más recientes, aunque de ningún modo los únicos. Más allá del
desencadenante concreto, lo más relevante es que tienen lugar entre las dos
potencias comerciales más importantes del mundo.
UNIÓN EUROPEA:
La Comisión Europea está
preparando una segunda ronda de ayudas para Portugal, ya que es muy
difícil que Lisboa vuelva con garantías de éxito a los mercados a mediados del
año próximo, cuando expire el actual programa de rescate.
Portugal muestra claros
signos de fatiga por varios flancos. La cura de austeridad a la que se ha visto
sometido el país no da resultados, el Gobierno se está tambaleando, la
recesión y el paro se recrudecen, y los mercados no perdonan: los intereses de
su deuda vuelven a volar alto, tan alto como las dudas acerca de la estabilidad
política y de la recuperación.
Dos altas fuentes
comunitarias aseguran que Bruselas ya está en conversaciones con Lisboa para
tener a tiempo “una línea de crédito de precaución” del fondo de rescate
europeo (el Mede): un rescate blando que funcione como dique de contención,
como medida preventiva para asegurarse de que la salida del programa, en mayo
de 2014, no sea un calvario.
Este segundo paquete de
ayudas tiene dos lecturas: una positiva ya que pone de relieve que las
autoridades de Bruselas no van a dejar caer a Lisboa, que ha hecho, incluso
más, de lo que le pedía la troika, por lo que constituye un indicador de que
la Comisión va a ayudar al Ejecutivo portugués en su intento de rebajar
la inquietud que existe entre los socios europeos y en los mercados.
La otra lectura, es que
el programa portugués no funciona: las buenas noticias no llegan y es necesario
un nuevo espaldarazo en Portugal y, probablemente, en todo cuanto tiene la
troika entre manos.
Las soluciones para
este nuevo rescate pueden ir por varias vías. Las líneas de crédito del mecanismo
de rescate tienen distintas posibilidades: el Mede puede dar un nuevo préstamo
a Lisboa, optar por comprar deuda en el mercado primario (la solución más
probable que consiste en acudir a las emisiones del Tesoro) o incluso en el
secundario (comprando deuda que se negocia en el mercado).
En cualquier caso,
existirán condiciones impuestas asociadas, esta vez menos duras y exigentes, con
exámenes menos concienzudos y más espaciados en el tiempo. Pero sobre todo esa
línea de precaución permitiría activar el programa de compra de deuda que
acordó el BCE el pasado septiembre, aún pendiente del veredicto del Tribunal
Constitucional alemán.
De paso, puede suponer acabar
con la troika: el Mede se encargaría de evaluar el programa, y no ese extraño
triunvirato en horas bajas que forman la Comisión, el FMI y el BCE. La fórmula
de este nuevo rescate será decidida en
los próximos meses.
Portugal, que ha sido el
alumno más aplicado de la troika, no ha conseguido ver mejorar a su economía.
En dos ocasiones Bruselas le ha dado más tiempo con el déficit, y la troika ha
extendido también el plazo de vencimiento de las ayudas de 79.500 millones que
debe devolver a los socios y al FMI.
No obstante, las
medidas no han servido para nada: la economía portuguesa, que ya llevaba una
década estancada antes del rescate, no ha conseguido despegar.
Exceptuando la
tranquilidad de los mercados, el superávit comercial que registra la economía
lusa, se apoya más en el desplome de la demanda (por tanto de sus
importaciones) que en el avance de sus exportaciones.
Portugal padece una tasa
de paro que ha seguido aumentando (casi el 20%), lleva ya cuatro años en recesión
económica (incluido 2013) y una deuda pública del 120% del PIB.
Por otro lado, la
población portuguesa ya está cansada de austeridad, por lo que los sindicatos
convocaron una huelga general contra una nueva reforma para facilitar los
despidos en el sector público.
Lo peor, es que aunque Bruselas
sabe que Lisboa necesita ayuda, hay que esperar a las elecciones alemanas, al
veredicto del Constitucional de Karlsruhe, a que los socios pacten las
condiciones de esa línea de crédito (inédita en Europa), a que varios
Parlamentos den el visto bueno y, por si fuera poco, a que el FMI “no apriete mucho las tuercas”.
El Fondo es partidario
de una reestructuración de deuda en Grecia, y en Portugal podría poner
problemas para desembolsar los últimos tramos de las ayudas si no lo ve claro.
“Es evidente que el FMI planteará también algún tipo de reestructuración en
Portugal”, señalan fuentes financieras, “y que la UE se opondrá radicalmente”.
Ese será el reto durante los próximos meses.
Por otro lado, en una
entrevista, la canciller de Alemania Ángela Merkel, ha declarado que ahora su
objetivo fundamental es la lucha contra el paro, pero sin aceptar críticas a su
imposición de la austeridad causante de la reincidencia en la recesión
económica.
Para Merkel, los
culpables son los que se han endeudado demasiado, los que no han mejorado la
competitividad de sus economías, y los ricos que no han arrimado el hombro:
“los ciudadanos ya saben cuáles fueron sus errores en el pasado, y lamento que
a menudo sean precisamente los que no tuvieron que ver nada con esos errores,
los jóvenes y demás desfavorecidos, quienes hoy padezcan las consecuencias”.
No obstante, la
solución para ella continúa siendo, “reducir el déficit público, mejorar la
competitividad y no perder la paciencia”.
Por su parte, el
presidente del BCE, Mario Draghi, ha anunciado que mantendrá los tipos de
interés en su actual mínimo histórico
“por un periodo de tiempo prolongado”, durante el cuál no descartó
nuevas rebajas en el precio del dinero. Por lo que, de esta forma, precisó que
por ahora, está muy lejos el abandono de las actuales políticas monetarias
expansivas.
ESPAÑA:
La Encuesta Trimestral
de Coste Laboral (ETCL) del primer trimestre de 2014, y el índice de
precios de vivienda (IPV), del mismo
trimestre, señalan que el proceso de devaluación de los salarios (pérdida
de valor en relación con subida de precios y, por tanto, la disminución de los
salarios reales) se ha intensificado. Lo mismo está ocurriendo con los precios
de la vivienda.
En cuanto a los
salarios, dado que desde 1999 habíamos fijado para siempre nuestro tipo de
cambio al de los socios de la zona euro y, consiguientemente, ya no podemos devaluar
nuestra moneda para corregir desviaciones relativas de precios y costes, la
reforma laboral del Gobierno de Mariano Rajoy, pretende lo equivalente a una
devaluación pero por la vía de los salarios, tratando de aumentar la
productividad frente a los socios con los que competimos.
Ahora bien, hay que
realizar una observación: la devaluación no sólo debería afectar a los salarios
de los trabajadores, sino también a los márgenes de beneficio, cosa que no reflejan,
precisamente, las estadísticas oficiales. En caso contrario, la medida no
tendrá unos efectos positivos para la competitividad externa.
Por lo que respecta a
lo que debería ser el primer objetivo para las autoridades: la lucha contra el
paro, ya van cuatro meses consecutivos en los que sube la afiliación a la
Seguridad Social y baja el paro registrado (el número de personas que acuden a
inscribirse como desempleados a las Oficinas de Empleo).
En el pasado mes de
junio, el paro registrado tuvo una importante disminución: en tan sólo un mes
se dieron de baja de las listas de las oficinas de empleo 127.748 parados.
A pesar la contundencia
de este dato, la situación no permite lanzar las campanas a vuelo. Hay mucha
diferencia con la marcha de la afiliación (el empleo regularizado), que mejoró
en 26.853 cotizantes. Además, si se desestacionalizan los datos cambian a
negativos, y lo que es peor empeora sensiblemente la contratación indefinida.
La mejora temporal del
empleo cuando llega la primavera y en los primeros meses del verano es
tradicional en España. Este año, entre marzo y junio el registro
cuenta 276.542 desempleados menos, hasta quedar en 4,763 millones; y
la Seguridad Social ha sumado 243.119 afiliados, 16,393 millones en total.
Ambos datos no tienen por qué coincidir, miden cosas distintas. Pero la brecha
de junio es muy significativa. Cuando el paro ha caído en más de 125.000
personas, apenas si hay una media de 30.000 empleos regularizados más (64.709
si se tiene en cuenta el número de afiliados del último día del mes).
Una primera explicación
es que el dato de paro se refiere al cierre de mes y el de afiliación es una
media. Pero pese a ello, “es un dato muy incongruente”.
Debemos esperar a la
publicación, a finales de mes, de la Encuesta de Población Activa (EPA) que,
sin duda, es el mejor instrumento para conocer lo que sucede en el mercado
laboral. Con ella se confirmará si, como indican los datos de afiliación y paro
de los últimos tres meses, se ha creado empleo al mayor ritmo desde 2007, ha
caído la población activa (personas en edad y disposición de trabajar) por
desánimo y emigración y, en consecuencia, ha bajado el paro.
Otros analistas
afirman, que el sector público ya no está destruyendo puestos de trabajo como
el año pasado. “En las tres ramas de afiliación que más se aproximan al sector
público (Administración, Educación y Sanidad), hace un año caía el empleo al
3,9%, ahora lo hace al 1,9%.
El problema, es que
está por ver que ocurrirá al final del verano, cuando venga el mal tiempo. La
mejoría debe muchísimo a la temporada alta del turismo, las sustituciones
estivales y la puesta en marcha de obras con el verano. De hecho, la mayor
caída mensual de paro en toda la serie histórica se convierte en un repunte de
casi 1.000 desempleados cuando la cifra pasa por las fórmulas matemáticas que
eliminan los efectos del calendario. Algo similar sucede con la Seguridad
Social, que pierde 7.324 afiliados. Consciente de esto, la secretaria de Estado
de Empleo, optó por destacar que lo que ha sucedido este año “es que se está
aprovechando plenamente la estacionalidad”.
Además, otros detalles
de las cifras señalan lo mismo: las ramas de actividad donde más ha crecido la
afiliación en un mes son la hostelería (33.074), el comercio (13.422) y la
sanidad (12.177); la contratación fija retrocede y la temporal gana peso; y la
comunidad autónoma donde más se nota la mejora laboral es Baleares, una de las
regiones donde más peso tiene el sector turístico.
Por lo que respecta a
la subida de precios, volvieron en junio a situarse por encima del 2%, según el
adelanto del IPC del INE, como consecuencia de la subida de los precios de los
carburantes.
En otro orden, a pesar de la recesión y de la caída del consumo, la
presión fiscal ha vuelto a subir en España: el Gobierno ha seguido las
recomendaciones de Bruselas, y ha presentado su “quinto aumento” de impuestos
desde que llegó al poder.
El mayor esfuerzo lo tendrán que hacer las empresas, que verán
desaparecer cuantiosas deducciones en el impuesto de sociedades. Con esta
medida, el Estado espera obtener unos ingresos adicionales de 3.600 millones al
año. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, alegó que, gracias a este tipo
de deducciones, algunas compañías solo tributan por un tipo nominal del 5% en
el impuesto de sociedades, cuando el efectivo se sitúa en el 30%.
La subida fiscal también alcanza al tabaco y el alcohol (excluidos cerveza
y vino). En este apartado, el Gobierno espera recaudar unos 700 millones. Las
cajetillas aumentarán una media de 15 céntimos. Y el gravamen al alcohol,
subirá en torno al 10% (unos 83 céntimos por litro de alcohol puro). Asimismo,
Hacienda impondrá una tasa a los gases fluorados de efecto invernadero
(aerosoles y aires acondicionados). Con este tributo, el Gobierno confía en
ingresar 340 millones al año.
Respecto a la ansiada recuperación económica, el Gobierno y algunos
medios puede que estén pecando de excesivo optimismo, aunque desde luego, se
puede hablar de una leve mejoría.
En el primer trimestre la economía española cayó un 2% (una mayor caída
que la del 4º trimestre de 2012, de 1,9%). En el segundo trimestre,
probablemente, veremos una caída similar (quizás incluso un poco mejor ahora
que las exportaciones están volviendo a coger forma) y en el tercero veremos un
menor ritmo de decrecimiento, fundamental para que podamos decir que estamos en
una recuperación económica.
Recordemos que la recuperación económica no es, en sí mismo, crecimiento
económico (eso es la fase de expansión, no la de recuperación). Si definimos la
recuperación como la reducción en el ritmo de decrecimiento (como así hace, por
ejemplo, la OCDE) entonces ya hay varios indicadores que muestran la entrada en
terreno de recuperación económica.
En el momento en el que, a través de los datos, podamos predecir una
cierta recuperación, será porque los mismos datos ya están atisbando la propia
recuperación.
Los indicadores adelantados (no los que menciona el ministro de Guindos,
como la evolución de la balanza de pagos, sino los indicadores de actividad,
producción e incluso empleo), han girado su tendencia.
Podemos echar un vistazo tanto a los indicadores del INE (muchas ya
muestran esa reducción en el ritmo de decrecimiento) o a los Composite Leading
Indicators de la OCDE (que suma indicadores de confianza empresarial, sectores
clave, evolución del inventario)
Parece mostrarse en casi todas las economías, una evolución adelantada de
expansión a la vez que la economía sigue decreciendo.
MERCADOS:
A los anuncios de retirada de los fuertes estímulos a la liquidez, que
llegaron a hundir a los mercados, hay
que unir los riesgos de la banca española que contagian a la deuda soberana en
los mercados.
También las crisis políticas, como la que vive Portugal, pasa factura a
las entidades más expuestas a determinados países. Igualmente, las dudas sobre
la industria financiera se combinaron como productos inflamables:
la inestabilidad en Egipto que ha disparado el precio del petróleo. Y la
inminencia de la reforma eléctrica en España castigó a las empresas del sector
en Bolsa. A principios del mes de julio, esta combinación de incertidumbre afectó
gravemente tanto los títulos de renta fija como la variable.
Finalmente, Mario Draghi lanzó el mensaje, anteriormente citado, que
querían escuchar en las Bolsas: “mantendremos los tipos de interés actuales o
por debajo durante un periodo prolongado”, provocando el cambio en el
sentimiento del mercado, lo que dio paso a subidas en las cotizaciones y moderó
a la Prima de Riesgo.
El euribor (el índice al que están referenciadas la mayoría de hipotecas
a tipo variable), ha cerrado junio en el 0,507%, con lo que rompe la racha a la
baja de los últimos tres meses. Pese al avance del índice, que aprovechó su
retroceso para marcar mínimos históricos en abril (incluso por debajo del
precio oficial del dinero), el dato de este mes volverá a abaratar las
hipotecas de las familias que tengan que revisar sus créditos próximamente.
EMPRESAS:
El Comisario Almunia anunció que la Comisión Europea acordará el próximo
17 de julio que el sector naval devuelva a la Hacienda española unos 2.800
millones de euros desgravados entre los años 2005 y 2011 mediante un
sofisticado sistema de bonificaciones fiscales a la construcción de buques,
considerado por Bruselas como una ayuda pública encubierta contraria a las
leyes de la competencia.
El comisario español trató de restar dramatismo al anuncio matizando que
la devolución no correrá a cargo de los astilleros sino de los inversores que
financiaron la fabricación de buques, pero los empresarios y los responsables
políticos de las comunidades afectadas (Galicia, País Vasco y Asturias) fueron
unánimes: “Es la muerte de los astilleros”. El Gobierno, a través del
ministro de Industria, José Manuel Soria, exigió de inmediato a Bruselas
que no apruebe la propuesta de Almunia y advirtió de que están en peligro
unos 80.000 empleos.
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