miércoles, 7 de mayo de 2014

BLINDAJES A CONSEJEROS Y DIRECTIVOS. ¡Que desmesura, falta de equidad y vergüenza!

¡Hay que ver cuánto valor podría parecer que crean algunas personas para sus compañías!
En un mercado laboral donde la última reforma permite el despido con una indemnización de 20 días y un máximo de 12 mensualidades, los blindajes a los altos directivos siguen una tendencia completamente distinta. Así se desprende de los últimos informes de buen gobierno correspondientes a 2013, recientemente depositados en la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Lo peor es que el órgano que aprueba estos sistemas de indemnización es el Consejo de Administración y no la junta general de accionistas. En algunos casos los administradores ni tan siquiera informan de estas cláusulas a los accionistas.
Vamos… que los accionistas no participan en esto para nada, sino que, realmente, es decidido por los propios interesados.
Estos empleados son, los que ellos mismos, se aseguran una salida más que digna de las empresas con estos paracaídas dorados —como se conocen en el mundo anglosajón— en caso de despido o cambio de control de la sociedad.
En abril de 2009, la Comisión Europea publicó una recomendación sobre los sistemas de remuneración de los consejeros. Señaló que consideraba necesario garantizar que los pagos por rescisión “no representen una recompensa del fracaso” y sugería que su cuantía no debería superar la cantidad equivalente a dos anualidades de sueldo fijo.
Solo tres empresas del Ibex 35, dicen no contar con ningún empleado blindado: Bankinter, Banco Popular y OHL.
Analizando el ranking de los blindajes, la de mayor número de ellos es Repsol, que tiene en su plantilla a 296 privilegiados (consejeros ejecutivos, miembros del comité de dirección y directivos). En segundo lugar, aparece Grifols, y el tercer puesto es para el BBVA.
Una de las empresas donde los blindajes son más elevados es ACS, dónde disponen de  indemnizaciones máximas de cinco años. Su presidente, Florentino Pérez, en caso de despido recibiría 13,6 millones de euros según su sueldo en 2013.
¿Recuerdan ustedes aquello de influir con el ejemplo?

Incluso asumiendo que el cometido de su desempeño generase un cuantioso valor a sus compañías, no parece muy ético que se les garantice una pensión que más que eso, parece un premio de la primitiva… 

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