jueves, 12 de abril de 2018

SITUACIÓN ECONÓMICA ESPAÑOLA Y MUNDIAL A ABRIL 2018: buen momento económico con riesgo de guerras comerciales y peligro para los emergentes


Como ha declarado Christine Lagharde, directora del Fondo Monetario Internacional, “nadie puede ganar en una guerra comercial. Perderán los pobres”

GLOBAL:

El primer G-20 presidido por un país sudamericano se celebró en Buenos Aires con la apuesta de los países emergentes de abrir más sus economías al exterior. Lo que contrasta con la inquietud existente derivada de la guerra comercial abierta entre las grandes potencias económicas que ha desencadenado el presidente Trump.
Como es sabido, el G20 nació en 1999 como una reunión técnica de ministros de Finanzas y presidentes de Bancos Centrales y en la crisis económica de 2008 se convirtió en un espacio clave de discusión y toma de decisiones.               
Sus miembros representan 85% del producto bruto global, dos tercios de la población mundial y 75% del comercio internacional.
La cita ha tenido lugar en un contexto de peticiones a Estados Unidos para que no aplique las tasas del 25% a las importaciones de acero, y la del 10% a las de aluminio que ha implantado el presidente de Estados Unidos.
Los nuevos aranceles de Trump y la amenaza de la UE de tomar represalias con contramedidas han aumentado el riesgo de una guerra comercial, en la que las naciones tratarían de castigarse entre sí con incrementos de sobretasas a las importaciones de bienes.
La crisis en Venezuela también se coló en el encuentro del G20. El punto principal estuvo en la coordinación de medidas económicas para lograr objetivos democráticos en Venezuela, el tratamiento de la crisis económica y humanitaria y la consecución de respuestas constructivas una vez que ese país permita la celebración de elecciones libres y justas.             
La cita de Buenos Aires es la primera de este tipo de las cinco que habrá a lo largo del año. Reunirá a ministros de Finanzas, presidentes de Bancos Centrales y titulares de organizaciones internacionales. Argentina ejerce la presidencia temporal del Grupo formado por los 19 países industrializados y emergentes más importantes, y la Unión Europea.                
Jim Yong Kim, presidente del Banco Mundial; Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo; Christine Lagarde, titular del Fondo Monetario Internacional y Olaf Scholz, ministro de Finanzas de Alemania, han sido algunos de los participantes en la cita.             
Según las autoridades argentinas la reunión fue un gran éxito, destacando como aspectos más importantes, al amplio consenso alcanzado respecto a los beneficios del comercio internacional, que junto a la inversión son los motores más importantes del crecimiento, la productividad, la innovación, la creación de empleo y el desarrollo.
Igualmente, hubo consenso respecto a la necesaria respuesta a los desafíos que presentan los criptoactivos o criptomonedas, destacando sus riesgos respecto a la financiación del terrorismo y el blanqueo de capitales. Financieramente, dado su volumen actual, no constituyen aún un riesgo sistémico para la estabilidad financiera, pero hay que vigilar su desarrollo y evolución.
En base a ese diagnóstico, se encomendó al Consejo de Estabilidad Financiera (FSB, por sus siglas en inglés) en conjunto con otras entidades como el Comité de Pagos e Infraestructuras de Mercado (CPMI), la Organización Internacional de Comisiones de Valores (IOSCO), y al Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), que preparen informes sobre el tema de las criptomonedas para las próximas reuniones a lo largo del año.
Finalmente, destacar cierto consenso sobre la necesidad de la búsqueda de soluciones globales de imposición para el logro de un sistema impositivo más justo, moderno y sostenible. Se prevé un informe final para el año 2020 con un adelanto en 2019, que será realizado por la OCDE (a través de su Marco Inclusivo de BEPS, por su sigla en inglés de Erosión de la Base Imponible y el Traslado de Beneficios). Es un trabajo técnico muy complejo que llevará bastante tiempo.

ESTADOS UNIDOS:

Contra la opinión de buena parte de su partido y a pesar del enfado de sus socios estratégicos, el presidente de Estados Unidos ha fijado nuevos aranceles para la importación de acero y aluminio, que serán del 25% y del 10%, respectivamente. Lo hizo en un acto de corte populista, rodeado de trabajadores del acero y del aluminio, un sector que, según Trump, “ha sido devastado por las prácticas comerciales de otros países y que es vital para nuestra seguridad nacional. Ha sido un asalto a nuestro país, señalando que “solo queremos justicia, que todo sea recíproco”. Igualmente adelantó que, “en algún momento implantará un impuesto recíproco a todas las transacciones con su gran rival económico”, es decir, a China.
Trump aseguró que su nueva política comercial no afectará a todos por igual y que su plan será muy flexible: mencionó los casos de sus vecinos México y Canadá, con quienes están en plenas negociaciones para la reforma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que quedarán exentos de momento. Algo similar dijo de Australia, con quien la economía estadounidense tiene un superávit comercial. “Haremos algo con ellos y con algunos otros países”, dijo, pero recordó que “al mismo tiempo, tenemos algunos países amigos y enemigos que se han aprovechado de nosotros durante años”
El acto en que el presidente desencadeno las medidas implantadas, fue la última reunión de Gabinete a la que asistió Gary Cohn (el principal asesor económico de la Casa Blanca) que dimitió por su oposición al plan de aranceles. “Es un globalista”, bromeó Trump sobre el exejecutivo de Goldman Sachs.
La dimisión de Cohn fue el primer síntoma de una reacción furiosa del partido republicano tras confirmarse la medida. Paul Ryan, el republicano que preside la Cámara de Representantes, ha señalado en un comunicado que “las malas prácticas en comercio por parte de países como China son incuestionables, pero que la mejor estrategia es penalizar esas prácticas, no establecer tarifas arancelarias”.
Para muchos analistas la decisión de Trump dañará a la economía americana y a sus trabajadores.
Por otro lado, cumpliendo el guion esperado, Jerome Powell, el nuevo presidente de la Reserva Federal, se ha estrenado en el cargo con una subida de los tipos de interés, que pasan a situarse en una horquilla entre el 1,5% y el 1,75%. Un alza de 25 puntos porcentuales que era esperada en el mercado y que dejó encaminada su antecesora en el cargo, Janet Yellen.
Para esa medida hubo unanimidad dentro del Comité Federal de Mercados Abiertos (FOMC). De esta forma, Powell opta por seguir el camino abierto por Yellen para no inquietar demasiado al mercado de valores estadounidense, que en los últimos meses se ha mostrado muy sensible a situaciones de volatilidad.
La Reserva Federal ha reconocido que la economía estadounidense ha arrancado el año con un mayor dinamismo de lo esperado. De tal forma, que incluso ha elevado su previsión de crecimiento para este año 2018 hasta el 2,7%, (supone dos décimas más que en la anterior previsión macroeconómica de diciembre), y para el próximo año 2019 lo eleva hasta el 2,4% (tres décimas más). Powell ha justificado estas mejores previsiones económicas en los estímulos fiscales decretados por Donald Trump, la confianza de los agentes económicos y en las condiciones financieras acomodaticias. Señala el presidente de la Reserva Federal que "la economía está más sana que hace diez años".
La Fed también ha anticipado que va a producirse un “repunte de la inflación en los próximos meses, aunque en todo caso sin sobrepasar el objetivo del 2%”.
La buena situación y marcha de la economía apunta hacia una situación en la que la subida de los tipos de interés será algo más rápida de la marcada por la institución hace ahora tres meses. En estos momentos, solo hay dos miembros de la Fed que esperan que el precio oficial del dinero se mantenga este año por debajo del 2%, mientras que el resto lo elevan hasta el 2% o el 2,5%.
Por tanto, ha quedado abierta la posibilidad de tres nuevas subidas de tipos de interés durante este este año 2018. Consiguientemente, la Reserva Federal posiblemente sitúe a las tasas de interés este año entre el 2,1% y el 2,4%.
El Banco Central estadounidense espera que en el año 2020 los tipos de interés se sitúen ya en el 2,5% (25 puntos básicos más que en su anterior previsión). En cuanto al rango central de los tipos, estarán entre el 3,1% y el 3,6%, claramente por encima de la horquilla del 2,6% al 3,1% que estimaba en diciembre.
Aunque prudentemente, la Reserva Federal no se ha mantenido ajena al buen momento de la economía mundial. Advierte en su comunicado que "la previsión económica se ha fortalecido en los últimos meses, pero advierte que los episodios de volatilidad últimamente sufridos han endurecido las condiciones de financiación en los mercados, por lo que todavía hay que ser prudentes”. Se sigue así la línea de conseguir una retirada de estímulos sin afectar a la confianza de los inversores.
Respecto a la situación del desempleo, se estima que disminuirá en el año 2019, nada menos, que hasta el 3,6%. Sin duda, la mayor economía del mundo se encuentra, claramente, en una situación de “pleno empleo”. Ahora bien, frente a esta circunstancia la Fed aún no observa presiones inflacionistas en la economía, lo que permite argumentar una política todavía muy acomodaticia: "necesitamos que las previsiones de inflación estén ancladas en el 2%", ha remarcado Powell, "no vemos en los datos una aceleración de la inflación".
Por otro lado, el presidente Powell ha querido minimizar el impacto de la política comercial proteccionista que ha comenzado a implantar el presidente Trump pero, al mismo tiempo, ha advertido de los riesgos de esta decisión. Powell ha señalado: "no creo que las decisiones en la política comercial afecten a nuestra previsión de crecimiento, pero si se ha convertido en una preocupación para el futuro".
Igualmente, Powell ha insistido en las consecuencias positivas que tendrá la política fiscal expansiva aprobada por Trump, al considerar que “estos estímulos de la demanda agregada deberían generar también una respuesta positiva por la vía de la oferta, lo que sería positivo para el crecimiento del país en el medio plazo. "las empresas invertirán y así elevarán la productividad del país, aunque los efectos tarden más en aparecer".

CHINA:

China, en respuesta a las tarifas arancelarias que Estados Unidos ha aprobado sobre sus importaciones de acero y aluminio, ha anunciado la imposición de aranceles comerciales a un conjunto de 128 productos estadounidenses.
Según ha anunciado el Ministerio de Comercio de China, un conjunto de 120 productos, entre ellos frutas, frutos secos y vino, tendrán un arancel del 15%, mientras que productos porcinos y relacionados tendrán un arancel del 25%. Se aplicarán aranceles también a algunos productos siderúrgicos. La medida, que ya ha entrado en vigor, es una respuesta a los aranceles estadounidenses sobre el 25% en las importaciones de acero y del 15% en las de aluminio procedentes de China.
Las autoridades chinas ya habían anunciado que responderían a Trump con aranceles sobre importaciones por 3.000 millones de dólares (2.400 millones de euros). Con todo, no se han aplicado barreras comerciales a la soja, tal y como habían amenazado las autoridades chinas (una medida de muy graves efectos sobre el sector agrícola estadounidense, dónde cuenta mayor apoyo electoral Trump). 
China ha emitido un comunicado oficial, dónde insta a Estados Unidos a dar marcha atrás en sus medidas que violan las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC), y a devolver los intercambios bilaterales a la senda de la normalidad: “se debe evitar una guerra comercial y no abrir una caja de Pandora".
Los nuevos aranceles de China frente a Estados Unidos, lógicamente, aún no responden a la última amenaza de Trump (ya que no se ha materializado) respecto a aplicar nuevas barreras comerciales sobre 60.000 millones de dólares (48.500 millones de euros) en productos tecnológicos anunciadas posteriormente por supuestos robos de propiedad intelectual.
Las medidas de Trump han sido fuertemente criticadas por diversas organizaciones, y la propia OMC ha anunciado que observa con gran atención y cautela las primeras consecuencias de la decisión del Gobierno de estadounidense.
Aunque los aranceles de Trump afectan a otros países, China es el que sale especialmente dañado, ya que hasta ahora el presidente de Estados Unidos ha decidido dejar fuera a sus socios norteamericanos (Canadá y México), así como a la Unión Europea, Australia, Corea del Sur, Brasil y Argentina.
El Secretario del Tesoro de Estados Unidos, ha señalado que "estamos procediendo con estos aranceles a menos de que, finalmente, tengamos un acuerdo aceptable y que el presidente dé su aprobación. Lo que estamos haciendo es, a largo plazo, muy bueno para la economía".

UNIÓN EUROPEA:

El próximo presupuesto de la UE abarcará al periodo comprendido entre los años 2021 y 2027. Parece que falta aún mucho para ello, pero en absoluto es así.
La Comisión Europea trabaja ya desde hace meses en la manera de encontrar fondos que cubran o resuelvan el problema de la pérdida de recursos que supondrá el hecho de que el Reino Unido vaya a abandonar la Unión Europea (las arcas comunitarias dejarán de ingresar entre 10.000 y 12.000 millones de euros anuales).
Existen muchas diferencias entre los Presupuestos de un Estado y los de la Unión Europea: en los presupuestos de cada país, los fondos se destinan sobre todo a prestar servicios públicos y financiar sistemas de seguridad social, mientras que en el europeo, se dedican a inversión. Además, los presupuestos de la UE han de estar siempre en equilibrio (ingresos igual a gastos).   Otra de las diferencias con las cuentas públicas de los países es que el dinero europeo ayuda a solucionar una amplia gama de desafíos, tanto dentro de sus fronteras como en el resto del mundo, con el control de la emigración o la política de defensa común como áreas de actuación que cada vez reclaman más atención de la UE.
Durante los últimos años, el presupuesto comunitario ha supuesto una cifra equivalente al 1% de la Renta Nacional Bruta (RNB) de los veintiocho países de la Unión Europea, y solamente el 2% del gasto público total. Se argumenta en Bruselas que ello “significa que cada ciudadano disfruta de los enormes beneficios de la Unión por menos del precio de un café diario”.
Históricamente, el porcentaje del gasto en agricultura y cohesión se ha reducido, aunque todavía sigue alcanzando una cifra equivalente al 70% del total. Si bien, desde hace unos años ha aumentado la inversión en proyectos de investigación e innovación, en redes transeuropeas de transporte y energía, en programas de movilidad para jóvenes y en actividades relacionadas con la acción exterior europea.
Entre los objetivos prioritarios de las inversiones de la Unión Europea se encuentra en lugar destacado el fomento de la convergencia económica para las regiones menos desarrolladas, a través de las políticas de cohesión que refuerzan el mercado único y crea oportunidades para las empresas, los trabajadores y los consumidores en toda la Unión.
El presupuesto de la UE tiene que ser aprobado por unanimidad tanto en el Consejo de la Unión Europea como en el Parlamento Europeo. Pues bien, en esta complicada situación, el comisario europeo de presupuesto, Günter Oettinger, tiene encomendada la difícil tarea de encontrar países “voluntarios” a aportar más a las arcas comunitarias, a fin de poder mantener las políticas, para lo que está haciendo una ronda de visitas por todas las capitales.
Aunque no se han concretado las cifras, que se harán públicas durante el próximo mes de mayo en forma de propuesta de la Comisión Europea, (aunque todos los países estén dispuestos a contribuir más), el aumento preciso de la aportación podría estar entre un 10 y un 20% respecto a la actual contribución. No obstante, según ha afirmado Oettinger, “algunos recortes serán inevitables tanto en la política de cohesión como en la agrícola ya que, como pasa en la vida, cuando un tío rico se muere hay menos regalos en Navidad”. Y es que hay que tapar el agujero financiero que supone la salida de Reino Unido
Una vez que la propuesta sea aprobada en la Comisión Europea, pasará al Consejo y al Parlamento y en un segundo momento a los Parlamentos nacionales, con un horizonte máximo de aprobación final en mayo de 2019, cuando están previstas nuevas elecciones a la Eurocámara.
El Parlamento Europeo, por su parte, ya ha movido ficha y ha aprobado una propuesta para elevar los gastos del marco presupuestario, que deberían elevarse al 1,3% de la renta bruta de la UE. En materia de prioridades, los eurodiputados señalaron que el nuevo marco presupuestario “debería ampliar sustancialmente los programas de investigación y Erasmus+ con el objetivo de garantizar el progreso en la lucha contra el desempleo juvenil y en el apoyo a las pequeñas y medianas empresas”.
La Eurocámara también se ha posicionado en materia de nuevos impuestos al proponer un IVA revisado, una parte de lo que ingresan los países con la base imponible común y consolidada del impuesto de sociedades, un impuesto a los servicios financieros o una proporción de la tasa a las empresas del sector digital e impuestos medioambientales.
Por otro lado, en materia de requisitos se ha debatido la posibilidad de condicionar la recepción de ayudas comunitarias al respeto de las leyes comunitarias, como es la libertad de expresión, en clara referencia a los problemas que están teniendo en esta materia en Hungría, Polonia o Rumanía.
Al contrario de los “grandes” de la UE, Holanda, Suecia, Dinamarca y Austria se han mostrado ya abiertamente en contra de aportar más fondos a las arcas comunitarias. El principal argumento es que hay que aplicar el principio de realidad y si hay un país miembro que sale del club y deja de aportar se tiene, lógicamente, que reducir el presupuesto europeo. Bélgica, Finlandia y Luxemburgo, también contribuyentes netos, se han mostrado en contra de aportar más fondos a Bruselas.
La realidad es que, a más tardar en mayo de 2019, debe haberse alcanzado un acuerdo para que pueda arrancar el presupuesto en 2020: según Bruselas hay una serie de proyectos ya iniciados que está previsto que se terminen a partir de 2020, como son el Rail Báltica, un proyecto destinado a construir un enlace ferroviario vital hacia los Estados bálticos, o la conexión ferroviaria Évora-Mérida que conectará finalmente Lisboa y Madrid. En total, más de 100.000 proyectos financiados por la UE (apoyo a las empresas, eficiencia energética, cuidados sanitarios, educación e inclusión social) no podrían iniciarse a tiempo.
Además, hasta un millón de jóvenes no podrían irse de Erasmus+ en 2021 y se perderían 5.000 empleos en investigación cada mes.

ESPAÑA:

El Banco de España ha revisado al alza sus previsiones de crecimiento de la economía española para 2018. El organismo ha pronosticado un crecimiento de 2,7% para este año, frente al 2,4% de la estimación inicial. Para 2019, la entidad prevé un crecimiento del 2,3% y para 2020 del 2,1%.
Según la institución, esta revisión del pronóstico responde a un entorno internacional más favorable de lo esperado, una política fiscal más expansiva y una menor incertidumbre política en Cataluña. La actividad exterior, sobre todo en la zona euro, ha ganado fuerza y ha impulsado una mejora de las exportaciones y los indicadores de confianza en España. El organismo redujo su pronóstico de crecimiento el pasado diciembre en 0,2 puntos a raíz de la incertidumbre generada en Cataluña.
El organismo estima que el crecimiento económico en el primer trimestre del año será del 0,7%, en línea con los dos trimestres anteriores gracias al mantenimiento de la demanda interna y a la menor incertidumbre en Cataluña.
Estima el Banco de España que el IPC crecerá un 1,2% de media, experimentando cierto repunte en los próximos meses hasta alcanzar un pico en verano y caerá de nuevo a finales de año. En 2019 el IPC se aceleraría hasta el 1,4% y el 1,7% en 2020.
Las exportaciones continuarán registrando tasas de avance del 4,9% para este año, del 4,8% para 2019 y del 4,5% en 2020. El crecimiento se situaría por encima de las importaciones durante los tres años, por lo que la demanda externa aportará tres décimas al crecimiento en 2018 y dos décimas en los dos ejercicios consiguientes.
El Banco de España estima que las tasas de empleo se elevarán, aunque a ritmos más moderados que los últimos tres años. El organismo espera un crecimiento del empleo del 2,7% con lo que avanzaría a un ritmo similar al del PIB.  El paro descenderá hasta una tasa del 11% para finales del año 2020.
Por otra parte, la entidad estima que el déficit público cierre este año en el 2,5% del PIB, tres veces más que lo acordado con Bruselas. En 2019 será del 2,1% y en 2020 del 1,7%.
En relación al mercado de trabajo, el pasado mes de marzo ha cumplido su tradicional papel en el estacional mercado laboral español. Suele ser el mes en que se inaugura la buena época para el empleo. Y así ha sido en 2018, con la ayuda de una Semana Santa que ha coincidido casi toda con el mes de marzo.
Pues bien, la afiliación a la Seguridad Social ha crecido en 138.573 afiliados. Con este incremento, ha superado los 18,5 millones de cotizantes con empleo por primera vez desde diciembre de 2008. Según el Ministerio de Empleo, también ha bajado el paro registrado: ha disminuido en 47.697 personas situándose en 3,4 millones.
El empuje de la Semana Santa se aprecia cuando se observa la afiliación en la rama de la hostelería, que ha contado con 58.612 nuevos cotizantes en el régimen general y 3.652 entre los autónomos. Es decir, entre ambos regímenes han sumado más de 60.000 afiliados.
Los datos divulgados del Paro Registrado durante el pasado mes de marzo, muestran que se mantiene la recuperación del mercado de trabajo.
Si nos fijamos en las comunidades autónomas, el número de afiliados subió en casi todas ellas, salvo en Castilla-La Mancha. Y donde más aumentó fue en Cataluña y en Baleares, con 28.918 y 25.445 nuevos empleos creados.
La contratación indefinida está mostrando una mayor fuerza, ya que está creciendo por encima de los dos dígitos en los tres primeros meses de 2018. Sin embargo, este tipo de contratos no implica estabilidad en el empleo, como han demostrado en un estudio reciente tres economistas, que han puesto de relieve que el 40% de contratos fijos no llega a cumplir el año.
Por otro lado, según el indicador adelantado publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el Índice de Precios de Consumo (IPC) aumentó un 0,1% en marzo en relación al mes anterior y elevó su tasa interanual una décima, hasta el 1,2%, su nivel más alto desde el pasado mes de noviembre.
En el aumento del IPC de marzo han influido principalmente el encarecimiento de los servicios turísticos, por la Semana Santa, y la estabilidad de los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas frente al descenso que experimentaron en igual mes del año 2017.
La tasa interanual de aumento de los precios correspondiente a marzo es el decimonoveno aumento mensual que encadena el IPC, e implica que los precios son hoy un 1,2% superiores a los de hace un año.
Tras haber registrado en enero una tasa interanual del 0,6%, la más baja en 16 meses, el IPC interanual volvió en febrero a superar el 1%, tendencia que se ha mantenido en marzo, donde los precios han alcanzado una tasa del 1,2%. Se trata de su valor más alto desde noviembre de 2017, cuando el IPC interanual llegó a situarse en el 1,7%.
En el tercer mes de 2018, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) situó su tasa interanual en el 1,3%, una décima por encima de la registrada en febrero, mientras que la variación mensual fue del 1,2%.
En otro orden, según los datos provisionales de la Encuesta de Movimientos Turísticos en Frontera (Frontur), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), España ha superado los 8,3 millones de turistas internacionales en los dos primeros meses del año, lo que supone un aumento del 3,9% con respecto al mismo mes de 2017, que gastaron 9.009 millones de euros (un incremento del 5,2%).
En febrero, España recibió 4,2 millones de visitantes internacionales, un 2,6% más que el mismo mes de 2017, que realizaron un gasto total de 4.507 millones de euros, lo que supone un incremento del 4,7% respecto al mismo mes de 2017, según los datos provisionales de la encuesta Egatur recientemente publicada.
El gasto medio por turista se sitúa en 1.067 euros, con un aumento anual del 2,1%. Por su parte, el gasto medio diario crece un 8,2%, hasta 143 euros.
La duración media de los viajes de los turistas internacionales es de 7,5 días, lo que supone un descenso de 0,5 días respecto a la media de febrero de 2017.
El Reino Unido continúa siendo el principal mercado emisor, con 1,66 millones de turistas, tras un descenso del 3,1% respecto a los dos primeros meses de 2017. Le siguen Francia, con más de un millón de turistas y una caída del 2,2%, y Alemania que emitió más de un millón de visitantes hacia España (un aumento del 3,5%).
Canarias es el primer destino principal de los turistas extranjeros llegados a España en los dos primeros meses del año, con cerca de 2,4 millones, cifra similar a la del mismo periodo de 2017; Cataluña con casi 1,9 millones de visitantes (+2,4%) y Andalucía con más de 1,1 millones (+1,4%).
Un buen dato, es que se prevé que la deuda publica caiga este 2018 a una cifra equivalente al 97,6% del PIB, al 95,4% en el 2019, y al 92,5% en el año 2020. En ese sentido el Gobernador del Banco de España, Linde, ha señalado que faltan décadas para que baje hasta una cifra equivalente al 60% del PIB.
Se ha presentado el proyecto de Presupuestos del Estado para 2019, que señalan los objetivos que el Gobierno ha negociado con el partido Ciudadanos, pero la situación del posible apoyo del PNV está en el aire, por lo que habrá que esperar al desenlace final.

MERCADOS:

El Ibex ha comenzado el segundo trimestre del año con una caída del 0,53%, lo que ha situado al selectivo alrededor de los 9.500 puntos básicos. Tras la Semana Santa también se ha vivido la preocupación por el temor a una guerra comercial con China. La mayoría de los principales mercados europeos también han registrado caídas arrastradas por ese miedo a una disputa entre EEUU y China. 
Por otro lado, los precios de la vivienda nueva y usada en España, si bien comenzaron a subir hace tres años, han experimentado un fuerte aumento en el último semestre de 2017.
Según un informe de la Sociedad Española de Tasación, el precio medio creció un 4,3% anual, situándose en los 1.532 euros por metro cuadrado. Se trata de la mayor subida desde el año 2007, antes del pinchazo de la burbuja inmobiliaria.
La situación está llevando a que bastantes analistas adviertan del riesgo de fuertes subidas en el precio de la vivienda, siendo las peor paradas Madrid, Cataluña y Baleares.

EMPRESAS:

Mercadona, la cadena de distribución líder en España, redujo su beneficio en 2017 a la mitad respecto a 2016, tras sacrificar ganancias para acelerar el crecimiento y dar un fuerte impulso de la inversión, que se elevó a 1.008 millones, principalmente en la reforma de tiendas para ofrecer productos frescos y nuevos servicios.
La empresa que dirige Juan Roig ganó 332 millones, un 49% menos. La compañía, en cambio, aumentó su facturación un 6,1%, hasta los 21.011,5 millones. Ya es la compañía con más ventas en España. También elevó su plantilla, que sumó 5.000 nuevos trabajadores, hasta un total de 84.000.
De forma que la compañía está sacrificando beneficio para acelerar su crecimiento e inversión.